Meir Margalit nasceu em Argentina mas, vaia, rematou indo a dar a brasa em Israel.
Instalado voluntariamente no campo de concentração, que para ele é o Estado judeu, a começos dos anos 70, estudou com Ilan Pappe –guru da corrente de historiadores revissionistas que tanto encandila aos leitores de Ha’aretz- e um dia que se levantaram de cama com ganhas de praticar o mal a fundo, colheram e fundaram Paz Agora.
Este impresentável tem bastante sona em Espanha e Latinoamérica. De facto, soe cair-se por aquí com certa freqüência convidado pelos múltiples ateneus e foros ánti-semitas que campam neste país. Numa das suas últimas visitas, há poucos meses, teve o coalho de pedir ao Governo do PSOE que se sacudissem “os complexos e digam basta a Israel”. Já vedes.
Concelheiro da municipalidade de Jerusalém, nas listas do que fica do partido proto-árabe Meretz, é coordinador duma coisa para sabotear os castigos que judicialmente se lhes imponhem aos terroristas árabes, chamada “Comitê Israelí Contra a Demolição de Casas”, ou coisa assim, que argalhou a finais dos ’90 por orde do entorno de Arafat.
A modo do exemplo de para qué serve esse invento, a sabotagem que levaram a cabo quando o verão passado o Ministro Barak dou orde de botar abaixo a madrigueira do terrorista que perpetrou a massacre na Yeshiva de Mercaz Harav. O lógico e civilizado. Pois bem, este mequetrefe e os esquerdistas que o jaleam montaram uma de órdago a la grande, amplificada de imediato pelos seus sequazes da prensa ánti-sionista israeli e occidental.
Sobre a recente guerra de Gaza vem de dizer: “No soy admirador de Hamás, pero en este caso la responsabilidad mayor es de Israel. Somos el lado fuerte, los conquistadores, los ocupadores, los que les bombardeamos a diario y por tanto no se puede equilibrar el grado de responsabilidad”. Como vos queda o corpo?
Reproduzimos a seguir uma emotiva entrevista com este homem de progresso no sítio web aporrea.org o passado 4 de Fevereiro:
"LA POSTURA
Se está acusando al gobierno de Venezuela de antisemitismo por haber tomado la decisión política de condenar la masacre de población civil en Gaza y romper relaciones diplomáticas con Israel. ¿Es antisemita solicitar sanciones políticas y económicas contra el Estado de Israel en tanto no respete el Derecho Internacional Humanitario, las resoluciones de Naciones Unidas y
Si así lo fuera, entonces tanto yo, como miles de israelíes y de judíos a lo largo de todo el mundo, seríamos también antisemitas.
Me parece una actitud muy cobarde, una estrategia muy cobarde aquella de tildar de antisemita a todo aquel que critica la política del Estado de Israel. No me cabe duda de que debe de haber también antisemitas ahí metidos, que critican al Estado no solamente por su política, sino por algunas otras motivaciones de corte racista.
Pero, por otro lado, tampoco me cabe duda de que criticar la actitud del Estado de Israel no solamente no es antisemitismo, sino que, al contrario, me parece una actitud pro israelí. Porque Israel, con esta política, se está haciendo daño a sí misma. Y aquellos que critican al Estado de Israel en estos momentos, en última instancia, le están haciendo un favor, porque están ayudando a que este gobierno empiece a entender que hay cosas que no se hacen, que hay cosas que, más allá de producir daños al pueblo palestino, están carcomiendo los pilares de este mismo estado, y nosotros vamos a sufrir en última instancia no por obra de los árabes palestinos, libaneses o quienquiera, sino por obra de los daños que nos estamos haciendo nosotros, con nuestras propias manos.
No sé si está al tanto de una campaña que está habiendo en contra de Venezuela y del presidente Hugo Chávez, por la decisión del presidente Hugo Chávez de calificar de genocida al Estado de Israel. ¿Usted a qué atribuye esta campaña para atacar a aquellos que condenan, a aquellos que critican al Estado fascista y al terrorismo que está llevando adelante Israel?
Vuelvo a decirte. Esta es una estrategia muy conocida y también muy cobarde. Cuando no hay nada concreto para decir, cuando no puedes enfrentar los argumentos en forma racional, entonces lo más fácil es tildar al otro lado de antisemita.
Esta es una estrategia que tiene una larga historia. La hemos usado desde el primer día de la creación del Estado para atacar a todos aquellos que nos critican. Por un lado, es lo más fácil, y por otro lado, es lo más cobarde que hay.
A mí me parece que, tanto vosotros como cualquier otro crítico en el mundo, no se tiene que dejar amenazar por este tipo de ataques. Hay que ser consecuentes, y hay que llamar a las cosas por su nombre. Hay que decir las cosas tal como son.
Yo estoy muy orgulloso de que, por lo menos en Venezuela, la gente no se deja ni amenazar ni asustar por este tipo de acusaciones, que son infames.
Vuelvo a repetir: puede que haya habido algún antisemita ahí que se metió y aprovechó la oportunidad, para criticar no solamente la política del Estado, sino al pueblo judío en general, pero en términos generales, yo creo que la postura de Venezuela ha sido muy valiente y digna de ser respetada por toda aquella persona que respeta los derechos humanos, en sí.
¿Cuál es el tratamiento que reciben de parte de las instituciones israelíes las personas que, como usted, toman una postura activa por la paz y contra la segregación y el racismo?
Por un lado, no puedo decir que nos estén persiguiendo. Tenemos toda la libertad de poder decir lo que pensamos y en particular aquellos que estamos en el área política, tenemos el aval de todo un partido.
Pero decirte que es muy agradable ser pacifista en Israel en estos días, te mentiría. Cada día se hace más complejo, más difícil. Israel se está convirtiendo en un país derechista, fundamentalista.
En las próximas elecciones, un partido fascista como el partido de Lieberman va a convertirse en uno de los partidos más importantes de la coalición. No es fácil ser pacifista en Israel en estos días.
Sí, el 20% de la población israelí son árabes israelíes que viven discriminados. Esta decisión de una de las comisiones del Parlamento israelí es vergonzosa. Es una de las muestras de que nos hemos convertido en un país de apartheid.
Yo estoy orgulloso de que por lo menos, la
Creo que es otra prueba de que vamos por mal camino, de que estamos en una pendiente que nos va a llevar al precipicio.
Mais textos perpetrados por Margalit:
Sderot, el Tribunal Superior de Justicia y el Sionismo
Europa y el problema palestino